¿Cómo hacer florecer el amor?

Cuando se perdona una falta, el amor florece…

Proverbios 17:9a NVI

Todos los matrimonios pasan por momentos de tensión, de dificultad, algunos llegan a pasar por la prueba de la desconfianza, y eso puede llegar a marchitar el amor que se han tenido durante mucho tiempo. Pero siempre hay una solución para hacer florecer la flor marchita de nuestro amor.

Durante mucho tiempo Diana y yo pasamos por esos momentos, tuvimos un tiempo donde rompimos la confianza en el otro, incluso florecieron esas ataduras de nuestros pasadas relaciones, y esas ataduras heredadas de nuestros padres. Desde esa perspectiva teníamos dos posibles caminos: resolver nuestras dudas y miedos, o tomar caminos distintos; porque cuando surgen este tipo de situaciones, como personas imperfectas y cuando tenemos corazones lastimados, queremos huir de todo aquello que nos pueda causar dolor.

La Palabra de Dios es clara: «Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» Mateo 19:6 NVI. Por tanto huir no es una opción en el matrimonio, mas si hay una oportunidad de restaurar lo que se ha roto. Y no se puede huir, especialmente, cuando ambos son creyentes; ya que lo que nos debe regir es el amor a Dios y el temor de Dios primeramente.

Teniendo en cuenta esos dos principios, con Diana tomamos la decisión de restaurar nuestro corazón, basados en el versículo de referencia de este artículo: el perdón. Se que si estas leyendo te preguntarás como perdonar, y más cuando he comprobado la infidelidad/las mentiras de mi pareja. La solución esta en la Palabra: Perdonar para ser perdonado.

Si no perdono no seré perdonado por Dios, Jesús no intercederá por ti ni por mi, pues Él es un Juez justo, que dijo claramente cuando enseño el «Padre nuestro» que para ser perdonado debemos perdonar. (Mateo 6:12 NVI). Así que por principio debo perdonar, pero también como un beneficio propio, ya que al perdonar me son perdonados todos mis pecados.

Una vez surtido este gran paso el amor florece, porque el perdón es el agua de vida que alimenta la flor que es el amor en nuestro corazones. A medida que fuimos perdonándonos con Diana todas nuestras faltas, y perdonando a quienes nos hicieron daño en nuestras pasadas relaciones, tanto amorosas como sociales, nuestros corazones fueron más dóciles, y fueron fortaleciéndose en el amor de Dios, que es el cordón de tres dobleces.

Recuerda que el amor que florece no solo es el amor por mi pareja, es el amor por Dios también. Y eso nos ayuda a tener un matrimonio fuerte, sólido, digno de ser admirado y de ejemplo para otros.